18 septiembre 2010.

Dicen que ”no hay peor sordo que el que no quiere oír”. Mas en nuestro caso la sordera no es física sino funcional, mejor dicho, éstos no oyen porque su amo -de ellos- no les ha dicho que oigan.

Así las cosas lo que se vislumbra en Colombia es más desbarajuste institucional porque la cosa está ”color de hormiga”.

Cada día publicitan sus propios medios oligárquicos la corrupción que es tanto del nivel central (AIS, chanchullos en las fuerzas militares, etc, etc), como regional (robo de presupuestos de salud y de regalías, por ejemplo); cad día hablan de las ”chuzadas” -así esconden lo que se llama espionaje estatal-; cada día ponen preso a un congresista o ex-congresista, gobernador, etc, por cuenta de lo que llaman los colombianos la narco-para-política uribista, y ahora santista porque para ”gobernar” tiene que aceptar -dichoso- el apoyo del PIN -narco-para-políticos reconocidos y confesos-, y de los ”ocultos” del partido conservador, de cambio radical y del propio partido de la U, que según investigadores ya son 29 congresistas ”viejos y nuevos” que son miembros de las bandas narco-paramilitares.

Esto demuestra que el estado sufre de un cáncer terminal llamado crisis estructural del capitalismo, ya que su remedo de gobierno se realiza abrazando la corrupción como ”mal menor”. Lógicamente el ”mal mayor” son las insurgentes FARC que les están respondiendo diariamente las declaratorias de guerra y los planes militares que les diseñan en los centros de poder de Washington.

Entre otras cosas, estamos a la espera del Nuevo Plan de Guerra que, por lo que se vé, se llamará igual a alguno de los nombres de los planes adelantados en Iraq, ya que el mininterior, el señorito Riverita, dijo que en un mes lo tenían listo. Así se duren 100 años -de soledad-, el plan fracasará porque no tiene en cuenta lo fundamental.

Y lo fundamental es que el plan lo diseñan con el deseo y no como debe ser, teniendo en cuenta la realidad, es decir, haciendo el ”análisis concreto de la situación concreta”. Esa situación concreta es que ante una guerrilla que ellos dicen son ”como el Ave Fénix” -yo no creo en ese cuento-, o sea, una guerrilla que aprende el modo de operar de cada nuevo plan militar oligárquico-imperial, la oligarquía y el imperio no tiene modo de aprender el pensamiento insurgente. Y es lógico porque las FARC son Marxistas-Leninistas -como muchos revolucionarios del mundo que sí entienden los planteamientos insurgentes-, y una vez hecho el análisis de allí parten sus planes.

Entonces por eso la oligarquía ”está meando fuera el tiesto” ya que las teorías utilizadas para ”analizar” el fenómeno insurgente en Colombia no contempla ”escuchar” qué plantean las propias FARC. Las FARC tienen su plan militar y sus objetivos políticos, y a la par que continúan defendiendo sus vidas y las del pueblo colombiano de las políticas proimperiales de hambre, miseria y represión (hacia allá dirige el Consejo Nacional de Seguridad, una copia del gringo), es decir, realizando acciones militares, combatiendo a su enemigo, también tiene sus objetivos políticos que nosotros creemos se pueden resumir en dos principales: Paz y Poder para el pueblo.

En NotiColombia Press hemos planteado que la solución de los grandes problemas que sufre el pueblo por la imposición gringo-oligárquica pasan por la Paz, y ésta a su vez pasa por una salida política al conflicto interno. Ya que la oligarquía tiene ”oídos sordos” para la propuesta fariana de ”sentemónos, hombre” a dialogar para buscar esa salida, las FARC continúan adelante con sus planes militares de defensa de sus vidas y del conjunto del pueblo colombiano, con el norte del triunfo revolucionario en el futuro -contémplenlo o no algunos revolucionarios- que se va volviendo realidad en la medida de su supervivencia y su triunfo sobre los planes militares diseñados contra ellas, en el entendido que la Paz verdadera, total, sólo es posbile alcanzarla con el Socialismo (y eso, a veces, porque muchas veces o casi siempre las revoluciones son atacadas por el imperio y sus lacayos adelantando la guerra asimétrica -desarmada y armada), y Socialismo significa poder para el pueblo.

Es por ello que aseguramos que ante ”oídos sordos, palabras embarazadas” como lo están haciendo las FARC cuando lanza hacia los pueblos del mundo sus palabras cargadas de sentido revolucionario, humanista, liberador. Modestamente nostros creemos entenderlo así y esperamos no estar equivocados.

/alp-ncp