Jueves 29 de Julio de 2010 . Las propuestas de paz que la insurgencia armada y los sectores populares han presentado para superar el conflicto interno colombiano al parecer han caído en el desierto oligárquico. Es imprescindible recordar que la oligarquía colombiana, por mandato de los gobiernos de Estados Unidos, nunca ha querido la paz sino solamente la rendición de las guerrillas.
Ello fue visible, por ejemplo, en las conversaciones de los Acuerdos de Cese el Fuego con Belisario Betancour que lo que logró fue el genocidio de la U.P., adelantado por las fuerzas militares estatales, y en las de Caracas y en las de Tlaxcala. Posteriormente en los Diálogos del Caguán lo que pretendió la oligarquía y el imperio gringo fue ”ganar tiempo” para adelantar la reingeniería de unas fuerzas militares-narcoparamilitares duramente golpeadas por la guerrilla de las FARC durante el gobierno de Ernesto Samper (1994-1998), y cuando ya lo había logrado ”pateó la mesa”.
Durante los 8 años del régimen uribiano nunca escuchamos un planteamiento coherente de paz y sólo se desarrolló el Plan Colombia, en sus fases Patriota y Consolidación. Son diez años para adelantar un Plan de Guerra que se proyectó para 6 años y fue y ha sido frenado por el accionar de las guerrillas de las FARC.
Queremos presentarles éste bosquejo que apunta hacia alcanzar una verdadera paz para Colombia.
Una premisa imprescindible
Es imprescindoble para adelantar unos verdaderos diálogos de paz que las partes estén convencidas de la necesidad de lograr la paz, que la paz es el único camino que les produce ganancias a uno y otro. Al estado porque ha sido incapaz de vencer a las guerrillas militarmente y parar una guerra fratricida sería su mayor inversión para los colombianos. A la guerrilla porque la paz ha sido su principal bandera de lucha desde su nacimiento.
Como los colombianos sabemos que han sido las guerrillas las que han estado totalmente claras respecto de las ganancias que produciría la paz y el estado, como desencadenador de la guerra, no ha estado consciente del daño que produce al pueblo colombiano con más de 40 años guerra, guerra a la cual no manda a sus hijos a pelearla.
Por ello nos preguntamos: Cuándo se dará cuenta la oligarquía de que es más barato la paz que la guerra? Cuándo comenzará a pensar en Colombia como verdaderos colombianos?
Un Plan de Paz
Un plan de paz tendría entonces que englobar la preguerra, la guerra y la post-guerra, a fin de ir desbrozando el camino hacia la pacificación.
En la pre-guerra, las partes deben dialogar y confrontar -por qué no?- las ”explicaciones” sobre las causas del conflicto interno. De parte del estado éstas no han sido plausibles y han estado llenas de
mentiras. Por ejemplo, nunca se ha dicho por parte del estado que el verdadero determinador de la guerra no se sienta en la Casa de Nariño, sino en Washington. De parte de las guerrillas han sido muchísimo más estudiadas las causas y los eternos problemas económicos, políticos, sociales, etc, como causas reales son entendibles por nosotros precisamente porque hemos sido sacrificados por la guerra y sabemos lo que significa.
Aclarar entonces éstas causas será partir de bases sólidas para el necesario estudio del conflicto interno que tendrá que acometerse sin las interferencias de la guerra misma, y sin los consabidos señalamientos de la parte estatal.
En la guerra propiamente dicha realizar una valoración real de costos-beneficios y dilucidar el gasto de guerra y las pérdidas de vidas humanas, tan celosamente guardadas, así como los sufrimientos infringidos a la población civil en nombre de la guerra y la democracia. En este nivel tendrán que acometerse los diálogos, su metodología, y sus fines, para llegar a la construcción de una Nueva Colombia, una nueva institucionalidad, construída entre todos y con el concurso de todos. Entre los mandatos que los colombianos le darán a esa Nueva Colombia estarán la tarea de preservar la paz, la justicia social, la libertad, la democracia, y la soberanía nacional, o sea la Reconstrucción y la Reconciliación Nacional.
En la post-guerra se acometerán las principales tareas de la Reconstrucción y la Reconciliación, tratando de restañar las heridas producidas por la guerra al conjunto del pueblo colombiano, momento en el cual jugará papel fundamental el esclarecimiento de éstas y la reparación imprescindible. La Paz será ”la niña de tus ojos”, la consentida por todos los colombianos, la cual será defendida de los halcones guerreristas al precio que sea, como un sólo hombre.
Condiciones necesarias:
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Un verdadero plan de paz tendrá que contemplar el involucramiento del gobierno de Estados Unidos como verdadero ”determinador” de la guerra. El creciente debilitamiento del poderío estadounidense trabaja en favor de las ansias de paz de los pueblos.
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El gobierno colombiano deberá estar persuadido de la verdadera necesidad de la paz.
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Las guerrillas ya conocemos su disposición por alcanzar la paz.
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El involucramiento total de la población es condición sine quenon. Sin ellas no hay verdadero plan de paz. Sin su concurso todo esfuerzo por alcanzarla será estéril.
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A fin de acometer la construcción de la Nueva Colombia es imprescidible llamar una Asamblea Constituyente con la participación de todo el pueblo.
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La Comunidad Internacional acompañará y actuará como garante de los acuerdos.
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Los países limítrofes con Colombia participarán de los diálogos toda vez que ellos son perjudicados por el conflicto interno y sus conescuencias (invasiones, desplazados, etc).
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La comunidad de países Suramericanos estará activamente presente en los diálogos y todo el proceso.
Leer el siguiente artículo de Revista Semana publicado el Lunes 2 de Agosto:
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